Eran endriagos, mitad mujer y parte pez o porción mujer y ave. Ellas con su dulce canto atraían irresistiblemente a los hombres de las embarcaciones que pasaban por allí, los cuales perdían la razón y después eran devorados. Las sirenas amaban la música pues era el arma que utilizaban para hechizar a aquellos ingenuos que se dejaban llevar por su voz poética, gemidos de placer y suspiros. Ellas le rendían culto a Poseidón por permitirles estar en sus territorios a cambio escoltaban su imponente carruaje.
Obras literarias donde se mencionan a las sirenas:
En la Odisea , Ulises ordenó a sus hombres que se taparan los oídos con cera y a él lo amarraran al mástil. Cuando Ulises escuchó las voces de las sirenas pidió que lo soltarán, pero nadie lo hizo porque no lo escuchaban.
Apolonio de Rodas : “eran por su aspecto semejantes en parte a aves y en parte a doncellas”(Argonáuticas, IV, 895 y ss).
Higino: “tenían su parte superior de mujer y la inferior de ave” ( Fábulas 125)
Representaciones gráficas de las sirenas:
En Grecia y Roma.
Según Ruiz de Elvira “sólo a partir del siglo VI en el anónimo Liber monstrorum de diversis generibus, empieza a mencionarse la cola de pez, que divulgada en la Edad Media[…] acabó casi haciendo olvidar la antigua”. (Mitología Clásica, pág. 39)
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